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| "Marina". Enrique Martínez-Cubells |
Simularé, tal como prometí. Recortando mis pasos, me postraría a tu puerta. Dejándome enredar. Podría hasta ponerle un velo de amor a los detalles más deleznables. Siempre quiero tocarte, aunque no lo veas en mi rostro. Mis manos te buscan, con conciencia, desangeladas. Intentan tocar el piano pero de las teclas sale aire, indolente y constante. Nunca pude vivirlo y reclamo lo que es de hacer justicia. Me pondré mis mejores galas, al tiempo que despojaré de mi piel todo destello inútil de vanidad. Tengo que saber pintarlo, lo llevo en la misma sangre.
Escribes precioso, no pude conocerter apenas, pero me hubiera encantado. Mereces que se cumplan tus deseos.
ResponderEliminarCada tecla de ese piano es un hermoso deseo flotante, una poción de sugerente ensalmo. Precioso
ResponderEliminarPuedo imaginar todo lo que usted escribe . Me deleito con su lectura.
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