viernes, 28 de octubre de 2011

Diosa Fortuna.

Frente al lado oscuro, la positividad. El color violeta. Mi color mágico. Por aclamación popular, escribiré este post.
Pues sí, hay cosas buenas, buenísimas. El mundo está algo compensado. La Diosa Fortuna, de cuando en cuando, se pone de nuestra parte. Los brazos abiertos de un niño, gratuitos. Ese regalo en forma de sonrisa de quien nos aprecia. Un abrazo que reconforta el alma. Alguien que te dice "te quiero" y te pilla por sorpresa. Todas las veces que te dan la mano. Un halago. Ese momento increible en que te consuelan, te limpian las lágrimas. Arropar. Un ramo de flores. Escuchar un problema. Acariciar. Pasar el brazo por el hombro y dejarlo ahí. Proteger. Descubrir que una persona te echa de menos y que otra hace todo lo posible por abrirte las puertas de su casa. Buscar la bondad de una mala acción. Perdonar. Una llamada para comprobar que estás bien. Un mensaje bonito. Una simple palabra dicha para bien. Acercarse. Velar. Hacer compañía. Perder un día, y otro, y otro, por estar con alguien. Acompasar los pasos para que quien viene detrás pueda alcanzarte. Sonreir mucho, siempre. Y que en esa sonrisa se vea el alma. Un paisaje bonito. Un desastre que termina siendo un gran golpe de suerte en la vida. La vista del mar. Correr hacia alguien. Dar los buenos días, besar las buenas noches. Escuchar un "te necesito". Dar la mano para acompañar a quien se va hacia la muerte.

1 comentario:

  1. Compensación, equilibrio, armonía, son términos ajustados al mundo arquitectónico, al universo matemático, a la música, no a la vida, la vida es otra cosa, son gestos desmedidos, circunloquios infinitos, caminos, pendientes, veredas imposibles que rara vez se encuentran en la confluencia perfecta. Puedes cocinar el mejor de los guisos a tu antojo, pero eso no te garantiza la satisfacción de los comensales.
    Me gusta lo que escribes Elena.

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