jueves, 30 de junio de 2011

Horowitz o la grandeza de lo simple.



Quizá el mejor pianista del mundo. He puesto este vídeo "on purpose". Es un ensayo para una grabación. No se pueden perder ninguno de los detalles de Horowitz, su humanidad desconcertante, cómo saluda a los suyos, vigila a la orquesta, hace guiños al director. Y desliza sus manos por el teclado como el que pasa la mano por encima de un objeto preciado Y mueve los dedos como si fueran plumas. Grandes dones para una grandísima persona. Puede comprobarse cómo doña perseverancia, esa señoritinga a la que tanto trató Horowitz durante su vida, le rinde pleitesía.

lunes, 27 de junio de 2011

Ya me había acostumbrado.



Ya me había acostumbrado a tu lugar. 
Sin alardes. Tan reconfortante.
Donde llegas y eres recibido con calidez. 
Por Dios que en algún punto de mi existencia comprendí que estos simples lugares me darían la vida. 
¿Para qué? Para vivir decentemente con un hatillo de afectos. 
Y los amoldé a mi vida y bauticé como sagrados.
Probablemente algo he hecho mal.
Ahora no quiero entenderlo. 
No quiero saber cómo funcionó el mecanismo de dar para luego quitar. 
Ofrecer para luego no dar. 
Sonreir para luego escapar, no sé de qué.
Toca recuperar aliento y sonrisa, que se quedó en algún estante de aquel precioso lugar.

Doce de 30. If I gave you my soul for a piece of your mind...

domingo, 26 de junio de 2011

Cuestión de altura.


Quede aquí claro que no me gusta hablar de política, pero esto que voy a intentar explicar me llena de una genuina y pura estupefacción. Dime dónde trabajas y te diré lo que comprendes…

Una parte de mis tareas laborales se centra en Bruselas, en ese amasijo de naciones llamado Unión Europea. Comencé mi trabajo allá pensando, con cierto orgullo, que varias naciones unidas de este modo era un símbolo de desarrollo e inteligencia nada desdeñable. “Bien”, me dije, “estoy en la Unión Europea, qué guay…”

Con los meses descubrí el pastel, siempre se descubre un pastel: la Unión Europea, la excelsa Unión Europea, con mano de hierro lenta y firme, intenta sibilinamente unas veces, provocativamente otras, apoderarse de sectores que pertenecen por derecho, buen sentido común a la soberanía propia de los estados europeos. Es como una madre paciente, sabe que a la postre, en unos años, terminará por hacerse con el control. Y, de repente, caí en la cuenta, mi labor se había transformado, ahora tocaba más bien defenderse de la Unión Europea, defenderse de ese ansia de aglutinar, centralizar y controlar hasta en esas áreas que mal podrán llamarse “europeas” algún día. Y el mismo papel corresponde a mis colegas de los otros países miembro.

Concentrada en estas labores, miro a España, a esa España de mi alma y me sorprendo con los partidos nacionalistas. Partidos nacionalistas. Sin entrar en si llegaría a ser partidaria de alguno de ellos (quién sabe), me pregunto sobre la utilidad y congruencia de defender una autonomía frente al enemigo peninsular cuando la Unión Europea está lanzando sus tentáculos todopoderosos para manejar a su prole de un sólo vistazo. Un tentáculo todopoderoso es una simple directiva europea, y somos nosotros los culpables de ello.

Es como la visión del que nunca ha subido a lo alto del Burj Dubai, tan estrecha, tan pequeña…

Entretanto, Europa sigue igual: Francia considera que pone un acento exquisito en las decisiones que toma. Alemania siente que es el motor del continente europeo, no le falta razón. Reino Unido cree tener la sartén por el mango con el dominio de la lengua materna europea y discute hasta la saciedad. Italia continúa tan mediterráneamente española. España, país bisagra entre los grandes y pequeños, ya considerada la quinta grande y sin creerse mucho su suerte… Dentro de los países pequeños quiero mucho a los suecos, las hormiguitas estudiosas de Europa, increíblemente íntegros.

miércoles, 22 de junio de 2011

Once de 30. Pedazo de canción para combatir la rabia que me invade en ocasiones...

Hacer magia.

Acercarte a alguien y que te reciba bien, con alegría palpable, que te abra los brazos y sonría de oreja a oreja es mágico. Suelen hacer este recibimiento con mucha naturalidad los niños pequeños. Con la edad perdemos la capacidad de fascinarnos ante lo diminuto.

Llamar por teléfono y que quien descuelgue conteste con un ademán de ilusión no tiene nada que ver con una conversación seca y escueta. El día y la noche.

Ganarse a una persona con cariño es simple pero dificilísimo, porque nuestro cofre de ademanes agradables suele estar bajo mínimos. Y para qué dar margaritas a los cerdos...

Pedir perdón a quién se daña se toma a menudo como un acto de humillación de tal calibre que el sujeto confía en no tener que volver a repetirlo en muchos años. Del arrepentimiento previo a ello ni hablamos. Oscar Wilde decía que es necesario arrepentirse para comprender lo que se ha hecho, es el modo de alterar el pasado. Y miro a mi alrededor y compruebo cuán pocos alteran su pasado.

En suma, todo lo que sea dar a los demás es complicadito, muy complicadito, desinteresado y demasiado servicial para los tiempos que corren pero... os cuento un secreto... ¡SE HACE MAGIA!

(Este post queda oficialmente dedicado a mi gasolinero, tan guapo, con esa picadura de avispa en la nariz...)

martes, 21 de junio de 2011

La maravilla del matrimonio.

Él esta tumbado, medio tirado en el sillón. La camiseta sin mangas, deja notar una enorme barriga cervecera. Con los pantaloncitos cortos y las zapatillas de dedo, sus peludas piernas descansan sobre el cojín del suelo. La barba no afeitada del fin de semana, el brillo del sudor en su cara y el poco pelo que le queda despeinado, terminan de describir la estampa.

En la mano, una cerveza. En la otra, el mando del televisor. En la mesa, dos latas de cerveza ya vacías, el cenicero lleno y un plato con cáscaras de cacahuetes. El cigarrillo, colgando de la comisura de la boca.
Viendo el partido de fútbol en la televisión, apenas dice ni hace nada si no es para acordarse de la familia del árbitro.

Ella sale de su habitación, monísima. Guapa, elegante, arreglada y perfumada, pasa por delante de él, que le pregunta:

       - ¿Adonde vas tan empingorotada?

Ella le contesta:

       - A dar un paseo con mis amigas

Antes de salir por la puerta, se detiene un momento, se queda mirando el lamentable cuadro y se hace, en alto, esta pregunta:

       - ¿Será posible que yo un día vuelva a amarte?

A lo que él, sin apartar los ojos del televisor, responde:

     -  Y tú, ¿cuándo cojones has estado en Marte?

Diez de 30. Aunque la canción se titula "13". Inconfesable porqué me gusta tanto esta canción. Volví a encontrar a alguien muy especial. Regalos de esta vida perra.

lunes, 20 de junio de 2011

Ese farolillo que alumbra.

Busca la luz. Siempre, siempre, busca la luz. Te dará protección, calor y alegría.
Es el símbolo de la vida eterna y terrena; y el hada que permite colocar las cosas en su sitio,
con claridad meridiana. 




Ha sido mucho tiempo de mi vida en que no podía dormir si no era con luz.
La oscuridad me parecía un grito evidente a la muerte, un asalto a la tristeza.
Amenazante, impropia, imponente.
Busco la luz, esa que todo lo llena y envuelve. 
Dónde lo más horripilante adquiere un halo de soportabilidad.
Busco la luz, es cuestión de supervivencia.
Ahuyenta los males del ser pensante, esos que tienden a las aserciones absolutas, derrotistas, concluyentes.
Admiro sinceramente a los secuestrados, a los internados en psiquiátricos, a los mineros.
Qué poquito somos sin Dios, sin sol, sin luz.

Nueve de 30. Desire. Para desatar los sentidos. Quién no tiene algún quiebro...

viernes, 17 de junio de 2011

Luna cascabelera.


De repente, con una máquina de fotos de lo más normalita, sale esta imagen. Desde la ventana del pasillo de mi casa. Un día normal, anodino.
De repente, las vidas cambian, giran, nada es lo que era o todo es igual pero algo tan crucial ha ocurrido que lo de siempre ha cambiado por completo.
Por eso... Por eso... Tiene que haber algo inmutable en cada persona. Intransferible, perenne y que otorgue valía a aquello que muta con la fragilidad de una hoja impulsada por el viento.
Y calor humano, conmiseración y dedicación.
Ha de darse valor a quien tenemos enfrente, hay muchas probabilidades de que sea alguien bellísimo. Hay que mirar, observar y nunca prejuzgar. Las personas... que son tesoros encubiertos de temores y sinsabores.
Y hay que vivir. Con una sonrisa y los ojos bien abiertos.

miércoles, 15 de junio de 2011

Las llamadas al 1004

Haciendo algo tan ingrato como arreglar los papeles de un fallecido, me topo con un móvil (de MOVISTAR) que debo dar de baja. Cojo aire (necesarísimo al marcar el 1004) y oigo la voz de una operadora, que me facilita amablemente su nombre y apellido, datos que olvido tan pronto los escucho. ¿Alguien apunta el nombre de la operadora/operador? Somos unos incautos…

Me explica razonablemente bien que he de mandar un fax pidiendo la baja del móvil con los datos de la persona, su número de móvil y el certificado de defunción. Hago tal cual me indican, pues soy muy bien mandada y empiezo, desde ese momento, a rezar todo lo que sé para que nada se tuerza en el complejo proceso de la baja.

Al día siguiente recibo una llamada en mi móvil del 1004. Y empiezo a temblar. No me gusta nada que me llame el 1004, es un presagio de problemas, males…

Y esta es la conversación:

- Buenos días, le llamo de MOVISTAR, mi nombre es Adelina Montes (me lo acabo de inventar según escribo) y le llamo en relación con la baja de un móvil perteneciente a Don Fulanito de Tal.

- Sí, dígame.

- Pues mire, estamos procediendo a dar de baja el número móvil, de acuerdo con la petición enviada por fax y desearíamos hablar con Don Fulanito de Tal.

- Dígame, dígame ¿hay algún problema?

- No, no se preocupe (es ahora cuando empiezo a preocuparme de verdad, claro). No hay ningún problema. Lo único que ocurre es que para dar de baja un móvil tenemos que hablar personalmente con la persona titular.

En estos momentos se oye un silencio sepulcral al otro lado de la línea. Pertenece a mi turno de respuesta, he enmudecido y mis órbitas oculares empiezan a sobresalir…

- ¿Perdone? ¿Sigue Vd. Ahí? Le repito que es imprescindible hablar personalmente con el titular. ¿Vd. Podría pasarme con él?

Ya un poco desazonada, replico:

- Me temo que, como ya me figuraba, no han leído mi fax. La baja del móvil es por defunción del titular. Ahora, si de verdad le resulta imprescindible hablar en vivo y en directo con él, puedo acercar mi móvil a su tumba. Si le responde algo, hágamelo saber de inmediato…

martes, 14 de junio de 2011

Sonrisas dulces




Aprendí a no dar nada por hecho,
aprendí que no tendría conmigo a nadie para siempre.
Aprendí a querer a los míos.
Disfruté como una posesa de la compañía de mi padre,
cuando ya había perdido a mi madre.
Volví a formar una familia,
me rodeé de mis pocos amigos.
Y aprendí que era importante que les sonriera a menudo,
fundamental que les escuchara,
crucial que les acompañara en sus momentos de soledad,
básico que permaneciera a su lado en los malos tiempos.
Y me dí cuenta de que perdemos la solidaridad al hacernos mayores,
justo cuando más empezamos a necesitarla... 
Y comprendí que precisamente aprendí por haber sufrido.
La sabiduría del sufrimiento,
el dolor que no tiene máscara,
qué dos grandes maestros.

Siete de 30. Cuando tengo algo que celebrar y bailar...

lunes, 13 de junio de 2011

El arte de observar

El arte de observar es tan imprescindible para sortear la vida... Quienes lo conocen suelen ser verdaderamente reacios a ejercerlo. Como en el arte de la pesca, se necesitan grandes dosis de paciencia, concentración y silencio interior. Pero no sólo de observar vive el hombre. Es necesario procesar lo observado, masticarlo, contrastarlo y sacar conclusiones de ello. Si el proceso es cuidado con mimo, los resultados son espectaculares. Nada hay tan eficaz como lo aprehendido desde el interior de uno mismo.

La observación del comportamiento humano es mi favorita. De ella se sacan verdades como puños. El comportamiento humano es singular portavoz del funcionamiento del mundo, permite encontrar el modo de tratar a una persona, de sacarle su máximo partido, de comprenderla en sus últimas consecuencias. Hasta incluso puede hacer de espejo con nuestro propio yo.

Pero qué poco observamos. Como si no nos hiciera falta. Hasta ahí podía llegar la broma, tener que observar a alguien para comprender nuestros propios fallos... Pues muchas veces, ¡sí!

Ahora diríais que soy psicóloga. O filósofa. O socióloga. Nada de eso; estudié Derecho y observo por afición. Las aficiones son potentes motores que se desarrollan bastante más que la profesión propia. Asi se mueve el mundo: por inclinaciones, afectos...

jueves, 9 de junio de 2011

Seis de 30. Una canción para dejar el sentimiento "calimero" en paz y mirar un poco más allá de las propias narices. Atención a la letra.

Las ventajas de ser bueno.

Soy católica, y además, creyente. Mis circunstancias me impiden practicar de acuerdo con los principios rectos propios de la Iglesia, pero soy católica y creyente.
Creo que Dios hizo un Master en Retribuciones del Universo, las manejaba a la perfección. Es este un tópico que me encanta y que traigo a colación en muchísimos aspectos de mi vida diaria. No puedo explicarlo con hechos táctiles, visibles y comprobables a ojo de pájaro astuto; pero sé que las Retribuciones del Universo son ciertas.
Voy a empezar por el final: cada mala acción cometida tiene una respuesta inmediata del Cosmos devolviendo algo negativo y por triplicado. Las malas acciones se pagan, todas y cada una. Estoy convencida de ello.  Lo tengo tan claro como que de día sale el sol y de noche aparece la luna. A sensu contrario (podréis disculparme, soy abogado de profesión) toda buena acción acarrea algo bueno que el Universo nos ofrece, adosa, encaja u otorga de alguna manera. Probablemente sea por triplicado igualmente, pero el ser humano, egoísta y desagradecido en su subjetividad, no alcanza a cuantificar la dádiva.
Os dejo a continuación los dos párrafos que siempre llevo conmigo. Procuro sean mi modo de actuación en la vida, aunque lo consigo en un porcentaje muy bajito, soy persona de carne y hueso como vosotros… Espero os sirvan.

Al buscar el bien de nuestros semejantes, encontramos el bien propio. Esa es la verdad más fundamental y, sin embargo, es la que más ignora el ser humano. Si el hombre conociese las ventajas de ser bueno, sería bueno por simple egoísmo. Debemos dar en la medida de lo que queremos recibir, pues la felicidad es el subproducto del hacer feliz al prójimo.
Albert Einstein decía lo siguiente: "La vida es como arrojar una pelota contra la pared: si se arroja una bola azul, volverá azul; si es verde, volverá verde. Si se arroja la bola débilmente, volverá sin fuerza; si se la arroja con fuerza, regresará fuertemente. Por eso, nunca arroje una pelota en la vida sin que esté preparado para recibirla. La vida no da ni presta; no se conmueve ni se apiada. Todo cuanto hace es retribuir y transferir aquello que le ofrecemos."

lunes, 6 de junio de 2011

Mi Federer y vuestro Nadal.




Mi Federer, tan elegante y guapo. Siempre ha sido mi favorito, tiene un tenis impecable.
Y vuestro Nadal. Claro que también es mi Nadal, porque es español y una bellísima persona. Le perdono que haya vuelto a ganar a mi Federer. El vídeo demuestra muchas cosas de la relación entre estos dos ases.

viernes, 3 de junio de 2011

Cinco de 30. Para cantarla con energía, si eres capaz de hacerte con los "lyrics" y darle la velocidad de Elton John... Imprescindible para mantenerme vital.

Desbordada en algún punto.



Desbordada de tanto hacer gestiones en mi cabeza, imaginarias, anticipadas. Estresada, sobre todo por las tareas que he de encargar a terceros. El teléfono me irrita, me preocupan los tiempos. Me molesta depender de ajenos a mi propio hacer y entender. Por encima de todo esto, me altera hacer las cosas por un fallecido y de hurgar en su casa, en sus cosas. Más aún cuando vienen a pedirme cuentas aquellos que no me han tendido una mano. Qué maleducada es la ingratitud.
Desbordada. Cansada. Alterada, triste y decepcionada.
 He decidido irme un ratito a un sitio de paz, donde recargarme de energía. Si alguno conoce Es Vedrá, en Ibiza, habrá experimentado lo que se siente al tumbarse en una hamaca frente a esa piedra de apariencia vulgar y gris. Quien no lo haya hecho, tiene en la foto la imagen de una recomendable experiencia. Aunque no haya sol y negros nubarrones amenacen de frente.
El descanso de la guerrera. Gracias, amigos, por escucharme.