De repente, con una máquina de fotos de lo más normalita, sale esta imagen. Desde la ventana del pasillo de mi casa. Un día normal, anodino.
De repente, las vidas cambian, giran, nada es lo que era o todo es igual pero algo tan crucial ha ocurrido que lo de siempre ha cambiado por completo.
Por eso... Por eso... Tiene que haber algo inmutable en cada persona. Intransferible, perenne y que otorgue valía a aquello que muta con la fragilidad de una hoja impulsada por el viento.
Y calor humano, conmiseración y dedicación.
Ha de darse valor a quien tenemos enfrente, hay muchas probabilidades de que sea alguien bellísimo. Hay que mirar, observar y nunca prejuzgar. Las personas... que son tesoros encubiertos de temores y sinsabores.
Y hay que vivir. Con una sonrisa y los ojos bien abiertos.
Yo ya estoy preparada, con la sonrisa y los ojos bien abiertos; por que me encanta encontrar tesoros como tu!
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