miércoles, 6 de julio de 2011

Ya lo sé.



Ya lo sé. No me crees.
Ya sé que no me sientes.
Pero estoy tan cerca de ti que temo romper algún sortilegio.
Te escucho quejarte porque no estoy apoyándote cuando las cosas no van bien.
Oigo todo.
En ocasiones veo cómo sientes que quizá no te quiero.
Te quise en vida y cómo no voy a quererte desde el mundo de la eternidad,
dónde no hay miedos y todo tiene vocación de permanencia.
Eras a mis ojos perfecta y lo sigues siendo, 
aunque falles, aunque cometas errores una y mil veces.
Cuando te veo desesperada me acerco a ti y te abrazo por la espalda, 
para no perturbar tus pensamientos ni confundir tus sentimientos, tan tuyos y tan necesarios.
Claro que sé que te han dañado. Y no me separo de ti.
Sigue caminando, siempre fuiste tan fuerte como yo. Te enseñé bien. 
Sigue caminando, voy detrás. 
Cuando me encuentres y me vuelvas a ver la cara, lo entenderás.

2 comentarios:

  1. Que paz me haces sentir, cómo disfruto leyendote, que fácil parecen algunos sentimientos si los escribes tu.
    MG :))

    ResponderEliminar
  2. ¡Precioso! me ha llegado hondo, esta envuelto entre tristeza e impotencia, pero reconfortante, que necesario es creer que aun están con nosotros.
    Elena me ha gustado mucho.
    Saludos :) FlorManchega

    ResponderEliminar