jueves, 22 de septiembre de 2011

Va de retro.


















Así de atónita me quedo cuando observo algunas cosas.

Porque, sí, señores:
Hay palabras que hieren.
Gestos que duelen aún sin alcanzarte.
Miradas que no llegan a asesinar por no tener medios adecuados para su propósito.
Ignorancia que se clava en el alma del perceptor cual cebo de pesca.
Insultos tan innecesarios como indolentes.
Agravios desorbitados.
Orgullos mal encauzados.
Callejones sin salida.
Discusiones buscadas de propósito.
Ensalzamiento de amistades ajenas.

Sabed que el Bien es la Ausencia de Mal. La Ausencia del Bien predestina la desaparición ¿de qué? de todo, puedo asegurar... Que desgraciado es el ser humano; comienza la mayor parte de sus acciones en negativo, cual presa que no encuentra un mañana.

1 comentario:

  1. Con gente como tú, con reflexiones como ésta, sigo pensando que no todo está perdido para el ser humano. Un abrazo

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