viernes, 11 de noviembre de 2011

Un día gris.

Las hijas de la familia Boit. John Singer Sargent

Te quiero. Te quiero no sólo con mi alma. Con mis manos, mis ojos, mis brazos. Y con aquel elemento tonto que funciona sin intelecto alguno, llamado corazón. Te idolatro, te admiro en muchas ocasiones. Te sitúo un día sí y otro también en el pedestal ese que no tiene ningún sentido, pero que hace lo que los ingleses llaman "rule the world".
Hoy ha amanecido gris, tremendamente gris. Tu abrazo largo, profundamente cariñoso. Ese que ayer me hacía sentirme la mujer más afortunada... ya no sirve. Tus besos suaves, protectores, abismalmente bonitos... ya no los siento como tal. ¿Qué ha cambiado? ¿Me lo preguntas? Pues... que ayer el mando de la tele salió volando por los aires, se estampó contra mi cuadro preferido. Y me pegaste. Ni fuerte, ni flojo. No hay distinción. Me pegaste ayer. Y hoy nada puede ser lo mismo.

4 comentarios:

  1. A veces las palabras hieren tanto como dagas...y cuando se levanta una mano al aire...se cae el amor al suelo ....Gracias :))

    ResponderEliminar
  2. Muy triste, muy gris, muy bien escrito con ese giro final que sorprende. Bss.

    Antonio Babío

    ResponderEliminar
  3. Quiero pensar que lo que describes es pura inventiva y, como tal, alabo su conmovedora intensidad.
    John Singer Sargent era un admirador de Velázquez, ese cuadro en concreto está claramente inspirado en Las Meninas, como seguramente habrás apreciado.

    ResponderEliminar