lunes, 11 de julio de 2011

De vez en cuando.



De vez en cuando me gusta el silencio, cuando logro que no me amordace.
Me gusta el silencio porque puedo percibir todos los sonidos que me pasan desapercibidos en la rutina diaria.
Me gusta el silencio porque me permite encontrarme, calcular, pensar, colocarme.
Puedo en él juzgarme para volver a quererme, perdonarme los tropecientos fallos que cometo.
Porque junto con ese silencio soy yo misma, sin defensas, pero con todas mis virtudes.
Porque puedo rezar, a mi manera, sin plegarme a las reglas de otros.
Porque soy capaz de acercarme a mis padres sin que nadie me tilde de loca y sentir que el cielo está muy cerca en realidad.
Porque es necesario el silencio para luego retornar al mundo social, donde nadie se escucha a sí mismo.

1 comentario:

  1. Esta vez solo lo he leido una vez y de corrillo sabes por que? Por es lo mismo que siento yo me encanta que me "robes" mis pensamientos, por que tu los escribes mejor! Ji

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